La Asociación de Escuelas Cristianas Internacionales (ACSI) emitió un comunicado en el que decía: "ACSI está apenada por el tiroteo ocurrido en la escuela cristiana Abundant Life, un miembro acreditado en Wisconsin. Estamos orando por los heridos, las familias de las víctimas y toda la comunidad escolar, sabiendo que el Señor está cerca de los que tienen el corazón roto. Estamos agradecidos a las fuerzas del orden y a los servicios de emergencia por su ayuda".
Los investigadores están buscando respuestas después de que una niña de 15 años abrió fuego dentro de su escuela cristiana en Madison, Wisconsin, el lunes, pocos días antes de que comenzaran las vacaciones de Navidad.
En el ataque murieron un estudiante y un profesor y otras dos víctimas se encuentran en estado crítico. Otras cuatro personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital, pero dos de ellas fueron dadas de alta el lunes por la noche.
Abundant Life Christian School es una escuela no confesional con 420 estudiantes desde preescolar hasta el 12º grado.
Las autoridades dicen que la sospechosa, Natalie Rupnow, estudiante de 15 años, trajo una pistola y comenzó a disparar en una sala de estudio.
La llamada al 911 se produjo poco antes de las 11 de la mañana y la realizó un alumno de segundo grado. El jefe de policía de Madison, Shon Barnes, dijo: "Recuerde esto un momento. Un alumno de segundo grado llamó al 911 a las 10:57 de la mañana para informar de un tiroteo en la escuela".
Los agentes entraron en la escuela en cuatro minutos y encontraron dos muertos y seis heridos. Los investigadores afirman que la sospechosa se suicidó.
Barbara Wiers, directora de relaciones escolares y primarias de Abundant Life Christian School, dijo que los estudiantes "se comportaron magníficamente" durante la traumática experiencia.
Dijo que la escuela practica rutinas de seguridad, pero que esta vez los estudiantes sabían que no era un simulacro. "Cuando oyeron 'confinamiento, confinamiento', supieron que era real", dijo.
Ezra Grange, estudiante de sexto grado, dijo: "Escuché disparos y gritos y todo fue realmente aterrador... Estaba aterrorizado, al igual que mis amigos".
La comunidad se reunió anoche para un servicio de oración mientras los investigadores registraban la casa del presunto tirador y sus cuentas en las redes sociales. Los padres del sospechoso están cooperando con los investigadores.