El arzobispo de la ciudad española de Burgos pidió a diez monjas clarisas excomulgadas, y en abierta rebelión contra el Vaticano, que abandonen su convento.
“Ante la excomunión y expulsión de la vida consagrada, las diez religiosas carecen de título legal para permanecer en los monasterios y dependencias anejas, por lo tanto deberán abandonarlos”, declaró el Arzobispo Mario Iceta en una conferencia de prensa en la ciudad del norte de España.
“De no producirse una salida voluntaria en fechas próximas, los servicios jurídicos no tendrán más remedio que iniciar las acciones legales a las que haya lugar”.

“No queremos actuar de modo precipitado, queremos ser muy respetuosos y esperemos que ellas se den cuenta de que, al no ser ya religiosas, no pertenecen a los monasterios y no deben estar en ese lugar”, añadió.
Estas diez monjas viven en el convento de Santa Clara en el pueblo de Belorado, un recinto del siglo XV en el corazón de un pueblo de 1.800 vecinos a 50 kilómetros de Burgos.
Las religiosas decidieron a mediados de mayo abandonar la Iglesia y ponerse bajo la autoridad de un sacerdote excomulgado, Pablo de Rojas Sánchez-Franco.
El asunto estalló en un contexto de disputas por la propiedad y acusaciones de pertenencia a una secta.