“Todo lo que no crece se desintegra lentamente”, afirma Bambang Budijanto, secretario general de la Alianza Evangélica de Asia (AEA), al destacar los desafíos que enfrenta hoy la Iglesia en Asia.
Tras la 11ª Asamblea General de la AEA en Mongolia, Budijanto y otros líderes asiáticos han publicado sus reflexiones sobre lo que consideran el único camino a seguir: el arrepentimiento, centrarse en el discipulado dentro de las familias y empoderar verdaderamente a los líderes más jóvenes para participar en la misión de Dios.
La Asamblea General, celebrada en Ulaanbaatar (Mongolia) del 7 al 12 de agosto, reunió a 200 líderes cristianos de alianzas evangélicas nacionales de toda la región bajo el tema “Discípulo o muerte”.
Al comentar la elección radical de palabras, Budijanto enfatiza la dinámica de vivir la fe y el crecimiento espiritual. “La fe viene al escuchar la Palabra de Dios, pero para crecer espiritualmente, necesitamos ayudar a otros a crecer en Cristo (discipulado). Crecemos al ayudar a otros a crecer; por el contrario, morirás lentamente (espiritualmente) mientras ignores el último mandato de Jesús”.
Destaca que “el discipulado integral es la única estrategia que Jesús dio a la Iglesia para cumplir su misión en la Tierra como el Reino de Dios. No hay término medio. O una iglesia avanza hacia el cumplimiento de su misión como signo del Reino de Dios, a través del discipulado, o se está desintegrando lentamente”.
Budijanto señala un estudio de 2015 realizado por Barna Research Group que concluyó que solo el 20% de los cristianos en los EE. UU. participaban en alguna actividad de discipulado. De manera similar, un estudio de 2019 realizado por el Centro de Investigación Bilangan situó la cifra en Indonesia en el 37%, pero el porcentaje era menor en el caso de las generaciones más jóvenes.